domingo, 2 de octubre de 2016

El Perdón en la Chinita, la verdadera firma de paz en Colombia.


El Perdón en la Chinita
la verdadera firma de paz en Colombia.

El señor Tomas como todos le decíamos en el barrio Luis Aparicio del municipio san francisco en el Edo Zulia, hace poco murió de 102 años según sus hijos, una vez conversábamos y me contaba historias de su natal Colombia, su pueblo, su cultura, cuando le toque el tema de la guerrilla, en esa mala costumbre mía de interrogar a los viejos, su rostro le cambio me nombraba al “conservatismo”  sus matanzas de gente por doquier , la palabra no la conocía ni la había escuchado ni leído nunca, hasta que la asocie con conservador o “conservadurismo”  de inmediato recordé la muerte de Jorge Eliecer Gaitán y de como la política en el hermano país se resolvía a plomo limpio, allí comenzó todo.

Otro día no se cuando, vuelvo a interrogar a otro viejo al abuelo de mis hijos, narraba su aventura y como a los 14 años cruzo la frontera a “a pie” dejando su querido Boyacá algo inusual, ya que la mayoría venían de la costa atlántica, me hablaba de los maleteros, seres inescrupulosos conocedores de rutas montañosas y trochas que guiaban los  viajeros que huían de la violencia, tratados cual mercancías,  y la forma de pago era con trabajo, como peones a los hacendados de toda la franja fronteriza, el salario lo cobraba el maletero.

El primer barrio que se fundó en Maracaibo bajo el modelo de  “invasión” fue el manzanillo a finales de los años 50 la mayoría de su gente andina, falconiana, de la misma costa oriental, pero de allí en adelante todos los barrios de esta gran ciudad al norte, al oeste y al sur,  fueron fundados en su mayoría por Colombianos, llegando incluso al extremo de barriadas donde no habitaba una sola familia Venezolana,  el método  fue cambiando, ahora  se le pagaba al funcionario de la aduana en “la raya” para dejarte pasar , en los años 50 la primera colonia extranjera en Venezuela era la Italiana, para el 2016 se calculan 5 millones de neogranadinos en nuestras tierras, sumas que se hacen incuantificables debido a la mezcolanza y el engranaje cultural, como contar a sus hijos y nietos?, pasar por un mercado en Maracaibo o montarse en un transporte público es viajar sonoramente a Valledupar, la etnia wayuu tiene doble nacionalidad, según datos de cada 10 Zulianos 4 tenemos alguna relación consanguínea, más que sacar cuentas es más preciso vivir los hechos, lo cotidiano, el señor que te vende el café, el albañil, los mejores latoneros, los mejores carpinteros, la escuela, el vecino, el amigo, también el delincuente, Colombia está en los tuétanos de Venezuela , por el contrario los Venezolanos solo en sus libros de historia, o en alguna foto que montan sus familiares aquí en el facebook.

El capítulo de la violencia en nuestro hermano país a tratado de cerrarse varias veces, sin resultados positivos, el perdón no ha podido calar, el rencor le ha ganado, el 26 de septiembre se firmo el tratado de la Paz entre el presidente Santos por el Gobierno y Timochenko por las FARC, pero mas allá de este escenario de la firma me quiero trasladar al gesto más bonito que tiene el ser humano, el perdonar y el de ser perdonado, 4 dias después  el  viernes 30 Iván Márquez representante  guerrillero se trasladó a la comunidad de la Chinita en San José de apartadò en el departamento de Antioquia, a pedir perdón su bolígrafo fue un abrazo y su documento su verguenza, en este barrio el 23 de Enero del año 1994 en una fiesta popular o verbena el V frente de las FARC hizo presencia buscando a antiguos miembros del EPL (Ejército Popular de Liberación) que se habían desmovilizados en el año 1991,  eran considerados  traidores,  el resultado fue 35 personas asesinadas de los cuales solo 2 eran exguerrilleros, difícil pasar la página pero no imposible un corazón puro  limpio le da paso a la reconciliación, la otra opción es la mancha la arruga que no se quita y consecuentemente  mas muerte más sangre.

Dentro de nuestras fronteras padecimos y aun sufrimos por este conflicto, recuerdo a nuestros soldados muertos en Cararabo en enero de 1995 eran de la infantería de marina resguardando un puesto fluvial del río meta, pero solo eso un recuerdo una conmemoración no dejarlo esculpir en el corazón por que la infelicidad se hará presente.

¿Cuántos hechos como el de la Chinita hubo? Si el perdón en este pueblo  trasciende y se multiplica,  La firma será un mero formalismo  y el plebiscito de hoy una legitimación en las urnas de construir  por fin la paz, pero la principal rubrica el principal voto esta  en el compromiso en la capacidad del pueblo  de mirarse a los ojos, de estrechar manos, brazos y corazones.

Sin olvidar lo negativo, Prefiero tomar lo positivo que nos trajo este conflicto irme al mercado las pulgas y comerme una caramañola o una arepa de huevo, gritar un gol de la selección colombiana de futbol como propio, recordar que Juan Arango es hijo de Padres Colombianos, seguir regañando a mis hijos para que aprendan mas canciones de Gaitas que Vallenatos y que cuando vuelva a escuchar sobre la “Chinita” me acuerde de mi virgen del Chiquinquira,  la primera indocumentada que llego a nuestra tierra.

La paz se viste de blanco y los caracoles son de colores..!

Humberto duarte.