El Perdón en
la Chinita
la verdadera firma de paz en Colombia.
El señor Tomas como todos le decíamos en el barrio Luis
Aparicio del municipio san francisco en el Edo Zulia, hace poco murió de 102
años según sus hijos, una vez conversábamos y me contaba historias de su
natal Colombia, su pueblo, su cultura, cuando le toque el tema de la guerrilla,
en esa mala costumbre mía de interrogar a los viejos, su rostro le cambio me
nombraba al “conservatismo” sus matanzas
de gente por doquier , la palabra no la conocía ni la había escuchado ni leído
nunca, hasta que la asocie con conservador o “conservadurismo” de inmediato recordé la muerte de Jorge
Eliecer Gaitán y de como la política en el hermano país se resolvía a plomo
limpio, allí comenzó todo.
Otro día no se cuando, vuelvo a interrogar a otro viejo al
abuelo de mis hijos, narraba su aventura y como a los 14 años cruzo la frontera a “a pie” dejando
su querido Boyacá algo inusual, ya que la mayoría venían de la costa atlántica,
me hablaba de los maleteros, seres inescrupulosos conocedores de rutas
montañosas y trochas que guiaban los
viajeros que huían de la violencia, tratados cual mercancías, y la forma de pago era con trabajo, como
peones a los hacendados de toda la franja fronteriza, el salario lo cobraba el
maletero.
El primer barrio que se fundó en Maracaibo bajo el modelo de
“invasión” fue el manzanillo a finales
de los años 50 la mayoría de su gente andina, falconiana, de la misma costa
oriental, pero de allí en adelante todos los barrios de esta gran ciudad al
norte, al oeste y al sur, fueron fundados
en su mayoría por Colombianos, llegando incluso al extremo de barriadas donde
no habitaba una sola familia Venezolana, el método fue cambiando, ahora se le pagaba al funcionario de la aduana en
“la raya” para dejarte pasar , en los años 50 la primera colonia extranjera en
Venezuela era la Italiana, para el 2016 se calculan 5 millones de neogranadinos
en nuestras tierras, sumas que se hacen incuantificables debido a la mezcolanza
y el engranaje cultural, como contar a sus hijos y nietos?, pasar por un
mercado en Maracaibo o montarse en un transporte público es viajar sonoramente
a Valledupar, la etnia wayuu tiene doble nacionalidad, según datos de cada 10
Zulianos 4 tenemos alguna relación consanguínea, más que sacar cuentas es más
preciso vivir los hechos, lo cotidiano, el señor que te vende el café, el
albañil, los mejores latoneros, los mejores carpinteros, la escuela, el vecino,
el amigo, también el delincuente, Colombia está en los tuétanos de Venezuela ,
por el contrario los Venezolanos solo en sus libros de historia, o en alguna
foto que montan sus familiares aquí en el facebook.
El capítulo de la violencia en nuestro hermano país a
tratado de cerrarse varias veces, sin resultados positivos, el perdón no ha
podido calar, el rencor le ha ganado, el 26 de septiembre se firmo el tratado
de la Paz entre el presidente Santos por el Gobierno y Timochenko por las FARC,
pero mas allá de este escenario de la firma me quiero trasladar al gesto más
bonito que tiene el ser humano, el perdonar y el de ser perdonado, 4 dias
después el viernes 30 Iván Márquez representante guerrillero se trasladó a la comunidad de la
Chinita en San José de apartadò en el departamento de Antioquia, a pedir perdón
su bolígrafo fue un abrazo y su documento su verguenza, en este barrio el 23 de
Enero del año 1994 en una fiesta popular o verbena el V frente de las FARC hizo
presencia buscando a antiguos miembros del EPL (Ejército Popular de Liberación)
que se habían desmovilizados en el año 1991,
eran considerados traidores, el resultado fue 35 personas asesinadas de
los cuales solo 2 eran exguerrilleros, difícil pasar la página pero no
imposible un corazón puro limpio le da
paso a la reconciliación, la otra opción es la mancha la arruga que no se quita
y consecuentemente mas muerte más
sangre.
Dentro de nuestras fronteras padecimos y aun sufrimos por
este conflicto, recuerdo a nuestros soldados muertos en Cararabo en enero de
1995 eran de la infantería de marina resguardando un puesto fluvial del río
meta, pero solo eso un recuerdo una conmemoración no dejarlo esculpir en el
corazón por que la infelicidad se hará presente.
¿Cuántos hechos como el de la Chinita hubo? Si el perdón en
este pueblo trasciende y se multiplica, La firma será un mero formalismo y el plebiscito de hoy una legitimación en
las urnas de construir por fin la paz, pero la principal rubrica el principal voto
esta en el compromiso en la capacidad
del pueblo de mirarse a los ojos, de
estrechar manos, brazos y corazones.
Sin olvidar lo negativo, Prefiero tomar lo positivo que nos
trajo este conflicto irme al mercado las pulgas y comerme una caramañola o una
arepa de huevo, gritar un gol de la selección colombiana de futbol como propio,
recordar que Juan Arango es hijo de Padres Colombianos, seguir regañando a mis
hijos para que aprendan mas canciones de Gaitas que Vallenatos y que cuando vuelva a
escuchar sobre la “Chinita” me acuerde de mi virgen del Chiquinquira, la primera indocumentada que llego a nuestra
tierra.
La paz se viste de blanco y los caracoles son de colores..!
Humberto duarte.