El mundo y su interacción colectiva y social de la humanidad entera, no volverá a ser igual después de esta pandemia, la enfermedad nos hizo recordar que todos somos iguales biológicamente ante la naturaleza, nos demostró que podemos ser capaces de hacer cosas que nunca lo hubiéramos imaginado, nos devolvió a la mesa de cenar en familia.
En Venezuela el caso es particular, se podría decir que de mayor complejidad, la crisis económica por un lado ayudó y ayuda a sobrellevar el aislamiento, desde hace unos años ya no íbamos a playas, cines o fiestas, por la falta de poder adquisitivo, la escasez de combustible nos mantenía en nuestras casas, pero por el otro los sistemas de salud deplorables, lo difícil de adquirir las medicinas nos hacía vulnerables, la mejor cura para el covid es no enfermarse.
Los procesos sociales se adaptaron y entre ellos la educación, se paso de tener al tutor en el aula dictando y explicando, a verlo virtualmente a través de vídeos y audios, no se tenía la facilidad de aclarar una duda en tiempo real, habría que esperar que el profesor enviará la aclaratoria a destiempo con el agravante del precario sistema de servicios de Internet Que poseemos, esto llevo al alumno a un área muy importante, la investigación y la recolección de información.
Se dice que el ser humano explota toda su capacidad creativa y creadora cuando sale de su área de confort, nada más verdadero que esto, la necesidad estimula la imaginación, ve soluciones donde otros ven problemas, quien se resiste a los cambios se hace esclavo quien se adapta se libera, no es conformismo Es una metamorfosis.
El muchacho que no tiene la facilidad tuvo que desempolvar libros, caminar varias cuadras para agarrar un WiFi, dormir a que una tía, un primo o algún familiar para investigar algún tema, aprender a usar las herramientas tecnológicas, ya no sólo agarramos el teléfono para revisar las redes sociales, ahora teníamos que saber subir un trabajo escrito a PDF para que el profesor se le hiciera más sencillo la corrección, sin darnos cuentas estamos aprendiendo a innovar los sistemas, la vulnerabilidad ahora se estaba convirtiendo en fortaleza.
Venezuela tendrá un hueco generacional, mucha juventud que no tiene la intención de estudiar otros que partieron a otros países buscando un bienestar, ¿quienes serán los profesores del mañana si las facultades ya antes de la pandemia estaban cerradas?, ¿de donde saldrán los arquitectos e ingenieros que les toque cubrir ese espacio que ha dejado la crisis, la malas políticas gubernamentales o la emigración?, sin duda alguna emergera de los que aún creemos que vale la pena el estudiar en este país, y de los profesores que se la juegan a enseñarnos y prepararnos, por convicción y amor a su profesión a pesar de la poca seguridad económica y social que les brinde el misterio de educación superior.
La oferta de profesionales no podrá cubrir la demanda requerida lo dicen muchos analistas, pero de algo si podemos estar seguro que el profesional de hoy de mañana no será en nada igual a del ayer. No es igual caminar sobre Rocas que correr sobre arena.
Nombre: Humberto Duarte
Cédula: 13879733
Materia: Expresión y comunicación
Programa: ING de Gas
